Al nacer mi hija, su alimentación era lactancia materna exclusiva, pero a la niña -que se adelantó un poquito- le
costaba mucho cogerse al pecho y se quedaba dormida, así que después de perder
400 gramos en menos de una semana, en urgencias pediátricas, nos aconsejaron
completar las tomas con biberón.
Su pediatra puso el grito en el
cielo al ver que yo no había suprimido la leche de vaca de mi dieta...así que la
cambié por leche y yogures de soja, pero seguí tomando derivados. Yo era una ignorante
en estos temas; todo eso de la leche me sonaba raro...Pero por si acaso, hice
lo que me dijo. Parece que el sistema digestivo de los recién nacidos es
inmaduro y esto puede propiciar intolerancias. Lo curioso es que a mí me
dijeron de no tomar leche pero que a mi hija le completara con lactancia artificial. En aquel momento no caí, pero ahora me parece una total
contradicción.
A la niña parecía que la leche
artificial no le iba mucho así que, también pensando en no perder la lactancia,
me compré un sacaleches: lo que hacía era darle pecho y después, completaba con bibes de leche materna...Esto
fue muy bueno para la peque -para la
madre un poco estresante y agotador-, hasta que empezó a agarrarse bien al
pecho y disfrutamos de un segundo mes muy tranquilo...
Tras esta época de paz y
tranquilidad, Paula empezó a echar leche (poquita cantidad ) a las dos
horas de la toma, y parecía molestarle porque se despertaba quejándose; además
tenía muchos gases y según su pediatra, una caca muy líquida (como auténtica primeriza
no tenía ni idea)...Podía ser el temido cólico del lactante...
Hacía los 3 meses y medio, al
churumbel había que empezar a meterle algún biberón artificial, ya que mamá se
tenía que incorporar a trabajar en un mes, y aunque congelaba leche y todo, la
central lechera no daba para tanto...
Así que, empezamos a darle un bibe de
leche artificial con cereales en la última toma; a partir de aquí, los síntomas
empeoraron: seguía tirando leche a las dos
horas de las tomas y cada vez estaba más molesta -ya no se quejaba, ahora
chillaba-. Tenía muchos gases, sueño muy inquieto y episodios de llanto
inconsolable. Prefiero no recordarlo...A mí, me extrañaba lo de los cólicos
porque pensaba que a partir del tercer o cuarto mes, debía mejorar y sin embargo, iba a peor...Paula empezó a
rechazar el pecho, los bibes...Todo, menos el agua, eso sí
le gustaba, pero era ver un bibe de leche o acercármela al pecho y tiraba la
cabeza hacia atrás y se ponía tiesa, arqueando la espalda.
Llegados a este
punto, fuimos a ver a un gastroenterólogo pediátrico, que le diagnosticó reflujo
gastroesofágico producido por una intolerancia a la proteína de la leche de vaca (IPLV), y
de premio una esofagitis. Así yo tampoco
comería ni dormiría...¡Pobretica mía! Le mandaron medicación, y a mí, aguantar todo lo
que pudiera la lactancia materna y después darle una leche hidrolizada ( en ésta la proteína de la leche de vaca esta parcialmente digerida).
Además, me dijo todo lo que no debía tomar yo para darle el pecho con
seguridad , ni leche, ni queso, ni yogures, ni jamón york (algunas marcas si),
ni galletas (algunas marcas si), ni ternera...Cambié mi dieta por completo
y si me hubiesen informado bien desde el primer día, hubiese evitado a mi hija pasar por todo esto.
Intenté
prolongar todo lo que pude la lactancia…Pero al dejarla mejoró, posiblemente yo
estaba tomando algo que le sentaba mal (creo que el huevo). Hasta los 7 meses,
no se normalizó el tema de los llantos inconsolables y noches inquietas y más
adelante, volverían algunos problemas por alergia a la naranja e intolerancia al huevo…Pero por suerte,
la experiencia nos ayudó a actuar y reconocer rápido las siguientes
intolerancias y a eliminar los alimentos correspondientes de la dieta de la
peque.
Os dejo algunos síntomas que pueden hacer
sospechar intolerancia a la proteína de la leche de vaca:
- Síntomas gastrointestinales: heces líquidas, muchos gases o vómitos
- Regurgitaciones: Los bebés suelen echar alguna bocanada, pero si vemos que es muy frecuente y se queja o que no aumenta adecuadamente de peso, puede ser porque no le esté sentando bien la leche
- Llantos inconsolables: Cuesta mucho calmarlos, ni con movimiento ni nada de nada. Esto es un síntoma del reflujo que les puede provocar la intolerancia
- Noches inquietas a causa de gases o dolor de estómago. Digestiones pesadas
- Rechazo al alimento
Nosotros estamos en el proceso de
reintroducir la proteína de la leche de vaca, nos han aconsejado darle los alimentos, poco a poco, en este orden:
- Ternera
- Yogurt de leche de continuación
- Derivados de la leche: quesos y yogur natural
- Leche de crecimiento
- Leche de vaca
Entre uno y otro dejamos, mínimo,
dos o tres semanas. De momento, hemos superado los dos primeros. Es la segunda
vez que hacemos el intento, por ahora
parece que lo tolera todo bien. ¡A ver si hay suerte!
Realmente el itinerario alimenticio de Paula ha sido una auténtica escalada a la cima de una buena madre. Ser o no ser sigue siendo la cuestión. Con madres como tú la vida se ve de otra forma. Gracias por compartir tus experiencias y mucho ánimo con la niña de tus ojos que te debe querer sin ninguna intolerancia. Un beso de una madre veterana.
ResponderEliminarBueno, aún nos queda mucho que recorrer en la alimentación de Paula.Gracias por lo que dices, no es para tanto...cualquier madre haría lo mismo ;)
ResponderEliminargracias por la información!
ResponderEliminarhola...o tengo una nena con APLV desde los 5 meses, lo descubrimos al introducir leche artificial. Seguimos con la lactancia materna con 10 meses y yo a dieta de lacteos y procuro evitar posibles trazas tmb. La dieta te la pusieron al descubrir la intolerancia o ya deberias haberte puesto antes segun tu pediatra?
ResponderEliminarMe quedo por aqui a ver tu blog. Si te apetece pasate x el mio tmb
un saludo
SER MAMA DE UNA FLORETA
http://colometa14.blogspot.com.es/
Hola!! Pues a mi antes de descubrir la intolerancia me aconsejaron quitar la leche y yogures porque la niña se adelanto 4 semanas y podía tener su sistema digestivo inmaduro. Mucha gente que yo conozco tomaba soja desde el embarazo, dicen que es mejor para que el bebé no se sensibilize. Estas intolerancias suelen darse por una inmadurez del sistema digestivo, básicamente, la mayoría de ellas desaparecen con el tiempo. Gracias por pasar!! Voy a ver tu blog...
EliminarMi hijo mayor también la tuvo y con tu permiso voy a añadir dos sintomas síntomas más: dermatitis atópica y nerviosismo. Después de 2 años y 9 meses de lactancia y de que a mi se me quedara un tipín que pa'que con la dieta, a los 4 años y pico pudo empezar a comer de todo, aunque no él no abusa de los lácteos.
ResponderEliminarUn besico!
Bueno, mi bebé empezó con leche materna y tiempo después al detectarle alergia a las proteínas de la leche de vaca tuvo que comenzar con leches hidrolizadas. Al principio no le gustaba mucho pero se terminó acostumbrando, no es para tanto, ellos se adaptan y nosotras también a las necesidades del niño...
ResponderEliminar